Ciudad de Dios La Calera

Inaugurada el 2 de febrero de 2015 

Nunca se nos había ocurrido pensar en Construir Una Ciudad de Dios en la Calera, sin embargo, Dios lo dispuso así, dándonos signos vivos de su voluntad para crear una Ciudad de Dios, en este bellísimo paraje verde y silencioso en las afueras de Bogotá.

 

El Origen

En el mes del año 2014, el Señor Arturo Díaz García viene a Villa de Leyva, acompañado de su hermana para participar en la eucaristía de sanación que ser realiza todos los días 11 de cada mes. Pastorita estaba enferma y en silla de ruedas.  Aura Sofía, la madre ya ha partido para el cielo y sólo quedaban los dos hermanos. Al terminar la eucaristía, Arturo me manifestó su deseo de que se hiciera una Ciudad de Dios en unos predios familiares que tenían en la Calera, siendo su deseo que al morir él estas tierras, con el sudor y trabajo de la familia,  queden siendo propiedad de una institución como esta, que trabaja en bien de los más necesitados.

Arturo es un campesino limpio, bueno y soñador. En su corazón existe un deseo innato de ayudar a las personas necesitadas. Realizó sus estudios de economía en la Universidad Nacional de Bogotá y trabajó en el DANE,  de donde salió pensionado. Repetidas veces llamó a la Ciudad de Dios para invitarnos a ir a conocer su finca y, dado que su hermana partió también para el cielo, deseaba hacer los trámites de la donación de las tierras lo antes posible. El día 28 de abril fuimos a conocer el lugar: inmejorable, maravilloso, lleno de belleza; es un remanso de paz.

Vive en una casita campesina que está dispuesto también a donarla para la obra. En el jardín de la casa tiene una gruta dedicada a la VIRGEN DEL CARME, en cuyo interior reposan los restos de su mamá, su papá y su hermana.

El lugar es apto para una Ciudad de Dios pero falta una señal del cielo: una comunidad religiosa que pueda llevar adelante la obra y la licencia eclesiástica para poder funcionar.

Nacimiento  de la Ciudad de Dios. El 9 de julio de 2014

A las 9:30 am de este día de la fiesta de Nuestra Sra de Chiquinquirá, patrona de Colombia, llamó la madre Carmen María, general de las Hermanas Dominicas de Nazareth, para decirme que se habían reunido en consejo extraordinario y habían decido asumir la Ciudad de Dios de la Calera.

Con esta buena noticia recibida se daba por hecho el nacimiento de la Ciudad de Dios de la Calera. Desafortunadamente, pocos días después, tuvieron que desistir las hermanas de este noble y bello sueño que tenían de acompañarnos en la realización del proyecto, en el cual ellas serían el corazón de la obra, y se dedicarían muy especialmente al cuidado de los abuelitos y de los niños, dada su experiencia y su carisma. Todo esto dada la escases de vocaciones y una llamada urgente del exterior a reforzar una provincia que se estaba extinguiendo en Europa.

Encuentro con el Cardenal RUBEN SALAZAR, primado de Colombia y luz verde para la Ciudad de Dios de la Calera. 15 de octubre de 2014

El P provincial, Miguel Angel Díaz, quiso que yo estuviera presente en la visita que el Cardenal nos haría con motivo de la fiesta de Sta Teresa y apertura del 5 centenario su nacimiento. Esto con el fin de pedirle la licencia y personería jurídica de la Ciudad de Dios de la Calera. Era la primera vez que el señor Cardenal visitaba una casa de carmelitas.

El provincial le entregó el libro de las Ciudades de Dios, con una dedicatoria que le había escrito y  además el acta de constitución de la Fundación con las firmas originales.

Le contó lo que era una ciudad de Dios y yo complementé con una muy breve síntesis de lo que era  nuestro trabajo. Le alegró ver el libro y las fotografías y dijo: “este documento lo llevaré yo a la Cancillería, a la oficina de Licencias. La Calera está muy necesitada, hay mucha gente y no alcanzamos a atenderla. Allí tenemos gente desde estrato 1 hasta estrato 10 y no logramos atenderles a todos. Magnífica una presencia de ustedes allí”.

Luego le formulé una pregunta:

“Monseñor, tengo una pregunta explícita que le mandan a hacer las carmelitas descalzas de Villa de Leyva: yo sueño con la presencia contemplativa en las Ciudades de Dios, quisiéramos hacer un monasterio de carmelitas descalzas allí en la Calera, junto con una casa para abuelitos, otra para niños, algunas para las familias, un pequeño centro comercial y un espacio para casa de espiritualidad o retiros. Hemos invitado a nuestras madres carmelitas de Villa de Leyva a venir a fundar con nosotros un monasterio en la Ciudad de Dios; ellas lo están discerniendo y le mandan a pregunta a usted qué opina de esta fundación y de la construcción de un monasterio en la Calera en la Ciudad de Dios”.

La respuesta fue esta: “! Esa es una noticia extraordinaria que me alegra sobre manera¡”

“Funde cuantos conventos quiera mi padre. Eso es una bendición de Dios. Muy bien, adelante, adelante”.

Luego, cuando se subió al carro para ir a la eucaristía en la iglesia  de Santa Teresita, le dijo al conductor: ”este libro y este documento son muy importantes, no se pueden extraviar”.

Es maravillosa la obra del Señor. Todo coincidió: el final de los trámites y la firma del acta de constitución, la visita del cardenal, el diálogo personal, la presencia y ayuda del provincial y la disponibilidad que tenía el cardenal por ser la primera vez que nos visitaba.  ¡GRACIAS SEÑOR!.

Gracias a este encuentro personal con el señor Cardenal, se nos concedió de manera rápida y eficaz la personería jurídica eclesiástica de la Fundación Ciudad de Dios de la Calera.

Ahora venía el segundo reto: encontrar una comunidad religiosa que  nos pudiera acompañar en este proyecto. Orábamos y buscábamos, confiando siempre en el Señor y en la intercesión de san José. El Señor escuchó nuestra oración y nos  mandó la comunidad MISIONESRAS DEL AMOR DEL DIVINO INFANTE DE PRAGA.

El Señor todo lo hace bien.

El 24 de octubre viajaba yo para el Ecuador a dar unos cursos a las carmelitas descalzas de diferentes monasterios. Durante todo el viaje de Villa de Leyva  a Bogotá  estuve llamando a las comunidades religiosas que conocía y que de pronto podrían ayudarnos a liderar el proyecto Ciudad de Dios de la Calera. Todo fue inútil, ni siquiera en la Conferencia de Religiosos pudieron darme una esperanza.

Al bajarme del bus Libertadores, en la calle 170 en Bogotá, me encontré casualmente con dos formandas de la comunidad MISIONESRAS DEL AMOR DEL DIVINO INFANTE DE PRAGA que cruzaban por ese lugar y les dije, sólo como una broma, que venía para llevármelas a una Ciudad de Dios. Ellas dijeron que les gustaría mucho pero que debía hablar con la madre Catalina y la madre Sandra, que son  las fundadora, junto con el P. Mario Herrera. Yo me sorprendí de esa respuesta y simplemente respondí: bueno, por qué no, llamemos a la hermana.

Llamé igualmente a la Cancillería y me dijo el abogado que el cardenal les había entregado el documento de constitución que le dimos el día de Santa Teresa y que ya estaban trabajando para hacer los estatutos y acta de constitución de la Fundación, pero que lo veían bien. Esto me alegró mucho pero quedaba faltando lo principal, sin lo cual no se pude hacer una Ciudad de Dios, dadas las condiciones que nos ha colocado el Consejo de los carmelitas: la comunidad religiosa.

Yo llamé a la madre Sandra y sorprendentemente me respondió muy entusiasta diciendo que ahora no tenían religiosas disponibles pero que le gustaba mucho el proyecto ya que ellas habían estado en semana santa en la vereda de la Calera donde vamos a hacer la Ciudad de Dios y que el trabajo fue muy bueno, que recorrieron todos los hogares e hicieron una labor muy buena, al punto de que ha nacido allí un grupo de laicos voluntarios adherentes a la obra de la comunidad. Acordamos en que hablaríamos a mi regreso de Ecuador.

Mayor sorpresa aún recibí cuando minutos después recibí una llamada suya diciéndome que si nos podíamos reunir en la tarde ya que ellas estaban en el centro de Bogotá haciendo unas gestiones. Al parecer habló con el P Mario, y me dijo que tenían una propuesta. Como yo iba de viaje me fue imposible aceptar ese encuentro, pero volví a sorprenderme cuando me dijo que me tenían una propuesta.  Acordamos que el 7 de noviembre que regresara  del Ecuador nos reuniríamos. Ella repitió que para ese día me tendrían una propuesta.

Yo me llené de alegría ya que el proyecto estaba casi listo pero al desistir las Hermanas Dominicas de Nazareth, que ya nos habían dado el Si para esta fundación, todo se ponía en duda, especialmente el ánimo de Arturo, el donante, que se sintió desmotivado y en diferentes momentos expresaba su desazón interior por lo sucedido, con posiblidades de desistir en la donación

A mi regreso a Bogotá, el 7 de noviembre, llamé a la madre Sandra desde el aeropuerto para concretar la reunión  y me dice que ya estaban en Villa de Leyva, con el Padre Mario y que me esperaban para encontrarnos en la Ciudad de Dios al día siguiente, es decir, 8 de noviembre.

Muy puntuales, a las 8:30 am, después de la eucaristía en la CDD, llegaron para la reunión, el P Mario, la madre Catalina y la Madre Sandra. Después de conocer un poco quienes son ellos y quienes somos nosotros, expresaron su propuesta:

  • Tienen una comunidad conformada por dos formadoras y 4 aspirantes, las cuales no tienen espacio para vivir juntas ya que en la casa donde están no cabrían, y por eso han decidido buscar una casa para dicha comunidad, en Bogotá o lugar cercano. Además que por constituciones no podrían vivir más de un número determinado de hermanas y con estas jóvenes se superaría el límite establecido. Es por eso que justo en esos días estaban pidiendo al Señor que les regalara una casa donde las jóvenes pudieran ir a vivir, pero le pedían al Señor que fuera en Bogotá o sus alrededores para poderla atender las hermanas y el padre.
  • Quieren abrir un salón de estudio y refuerzo para jóvenes que estudian con un proyecto en sus casas y tienen la dificultad de no socializar mucho dado que no van al colegio. Las hermanas harían esta labor a la vez que les serviría de sustento para sus gastos.
  • Les encanta la Ciudad de Dios y lo que hacemos. A la vez que nos conocen pues vienen las novicias a misa algunos días a la Ciudad d eDios.
  • Podrían irse a vivir allí, dado que ya conocen el lugar y quedaron muy compenetrados con la gente de la vereda Marques.

Simplemente lo veo como una respuesta inmediata del Señor a un proyecto que venía caminando y está a punto de nacer y no tenía cabeza, pero el Señor se la colocó.

Nos pusimos de acuerdo para visitar el próximo lunes 10 de noviembre la obra de ellas y el lote de la Calera, acompañados de Juan Carlos Mosquera, aprovechando que yo debo ir a Bogotá a recoger a Sergio que llega de Brasil mañana para integrarse a nuestra comunidad en la Ciuad de Dios. Todo se dio con gran precisión dado que mi tiempo es muy escaso y tengo la agenda totalmente llena hasta el mes de febrero del próximo año.

Hubo gran empatía entre los planteamientos de ambas comunidades y con la ayuda de Dios daremos inicio a la Ciudad de Dios de la Calera lo antes posible. Esto alegró mucho a Arturo, el donante, quien recupera la esperanza y la alegría.

Se trata de una comunidad nueva, con aprobación como Asociación de Fieles. Su carisma es Recuperar y preservar la dignidad de Hijos de Dios . está conformada la comunidad por 17 hermanas, entre las cuales se encuentran 6 profesas temporales, 2 de votos perpetuos y 2 novicias.

El P Mario pertenece a la Comunidad de Los Misioneros de los Santos Apóstoles. El general de la comunidad le dio un permiso sin tiempo limitado para sacar adelante la comunidad naciente

Gracias Señor, todo en tus manos y las de San José y la Virgen para que se haga en todo tu voluntad.

Un día especial en la Calera. 10 de noviembre de 2014

A las 5am partí para Bogotá. Allí visité la comunidad de las hermanas Misioneras del Amor del Divino Infante de Praga. Conocí la casa y a las hermanas, algunas ya conocidas pues habían pasado por la casa de Leyva y otras nuevas que llegaban. Cada rincón de la casa absolutamente bien aprovechado: consultorios, talleres, espacios para la vivienda etc.

Después de desayunar salimos con el Padre Mario y las Hermanas Catalina y Sandra para la Calera. Allí llegaron Juan Carlos y el arquitecto Cesar. Vimos la casa de Arturo, que será la casa donde vengan a vivir las hermanas y les encantó, todo les pareció muy bien. También recorrimos parte del lote y fuimos soñando, diseñando lo que allí se podría hacer.

Acordamos
1. Se inaugurará la Cdd el 2 de febrero de 2015

  1. las hermanas tendrán allí su casa de formación, postulantado, abrirán una escuela especial para niños de la obra que no van al colegio sino que estudian en sus casas, también se construirá una casa para madres solteras que puedan ser formadas. Ellas atenderían posiblemente un comedor o cafetería que se haría.
  2. entran como socios del Convenio
  3. Se hará una capilla mirando al oriente y a continuación el monasterio de carmelitas de una parte y de la otra la casa de abuelos.
  4. se tendrán granjas, un espacio para los focolarinos donde puedan formar a las familias.

Arturo estaba feliz, a pesar de que le veíamos desanimado durante estos días. Gracias Señor, todo lo has hecho bien. Todo lo que me compartieron las hermanas y el padre Mario va totalmente de acuerdo con lo que nosotros estamos buscando y somos. Vemos con claridad que todo lo ha llevado el Señor de su mano. Gracias Señor.

Ellos viven la espiritualidad del Carmelo, de Teresita, teresa y Juan. Se comunican permanentemente con el santuario del Niño de Praga en Checoslobaquia. Tienen a Teresita y a Francisco como Fundadores de la comunidad junto con el Niño Jesús.

TOC Fray José Arcesio

Galería de Fotos de la Inauguración de la ciudad de Dios de la Calera

La Calera

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